Tiene múltiples beneficios para la salud. De hecho España junto con Japón son los países con más esperanza de vida gracias a nuestra dieta rica en frutas y verduras, legumbres pescado, carnes blancas, pasta, arroz y frutos secos y vino con moderación. Pero el producto estrella y más recomendados es el aceite de oliva virgen extra, que gracias al ácido oleico y a sus grasas de origen vegetal disminuye el riesgo de padecer obstrucciones en las arterias además de tener un alto contenido en carotenos y vitamina E. Esto se resume en que los países Mediterráneos reducimos el consumo de carnes e hidratos de carbono para dar paso a más alimentos vegetales y grasas mono insaturadas.

La dieta Mediterránea también tiene en cuenta las recetas típicas elaboradas con productos de temporada, así como la forma de cocina tradicional además de otros factores culturales como es el hábito de compartir nuestras comidas en familia o con amigos, las tradiciones y las celebraciones.

Si combinamos la dieta con ejercicio diario aunque se moderado como caminar una hora, ir en bici, nadar o cualquier otra actividad física contribuye a bajar la presión arterial y la hipercolesterolemia y retrasar el deterioro cognitivo. También ofrece protección contra enfermedades crónicas como la diabetes o el Alzheimer.

Combinar ejercicio físico moderado diariamente aunque sea media hora y una dieta Mediterránea y 4 cucharadas diarias de aceite de oliva virgen extra mezclado con los alimentos, mejora el funcionamiento de diversos órganos como el riñón y el corazón. También se ha descubierto que la tasa de mortalidad por cáncer disminuye entre quienes la combinan con ejercicio por su bajo contenido en grasas saturadas y azúcares y su abundancia de vitaminas y fibra que aporta antioxidantes en relación a las personas que abusan más de la comida rápida, los alimentos precocinados y las grasas.

Nos ayuda a prevenir la arteriosclerosis y sus riesgos.

No produce colesterol y es magnífico para las enfermedades circulatorias y cardiovasculares.

Produce una mejora en el funcionamiento del estómago y del páncreas.

Posee un efecto protector y tónico de la epidermis.

Es muy importante para la piel, debido a su aportación de vitamina E a la dieta.

Es también una rica fuente de antioxidantes y por lo tanto ayuda a prevenir el daño causado por unas moléculas conocidas con el nombre de “radicales libres” a los tejidos corporales. Los radicales libres se han relacionado con enfermedades del corazón, cáncer y envejecimiento.

Ayuda a mejorar nuestras funciones metabólicas.

Estimula el crecimiento y ayuda a la absorción del calcio y la mineralización.

Al contener ácido oleico, en crudo es beneficioso para el crecimiento óseo y el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso.

El Aceite de Oliva Virgen Extra contiene vitamina E, por lo que debido al efecto antioxidante de ésta sobre la membrana celular, está especialmente recomendado para la infancia y la tercera edad.

Al ser natural, es un producto nutritivo y no engorda.

Según estudios, el aceite de oliva virgen tiene la propiedad de mantener la sensación de saciedad. De esta forma el aceite de oliva virgen extra puede ser una gran herramienta para las personas que deseen bajar de peso porque disminuye la cantidad de comida necesaria para sentirse satisfecho.

Su alto contenido en ácido linoleico favorece la síntesis de las prostaglandinas con lo que mejora la actividad sexual de quienes lo consumen.

Además, el efecto beneficioso del ácido oleico favorece la disminución de la coagulación de sangre en las arterias.